“Mujer, si usted es promiscua, siéntase orgullosa de escuchar que le dicen “puta”, aún cuando lo hagan con la intención de ofenderle. Y si no eres promiscua, no te ofendas, ser puta no es malo, y mientras más pronto lo aceptemos, más rápido iremos erradicando esos complejos sociales de mojigatez y complejos de “rectitud” moral y complacencia social. Lo mismo para los caballeros, ser “puto” (disfemismo de gay), no es malo, y realmente yo cómo hombre, suelo empezar a subestimar a quién para intentar ofender emplea este tipo de “insultos” poco creativos y que realmente no son una ofensa (excepto si eres una persona prejuiciosa que padece de homofobia)”.
Marqués de Sade